El 8 de febrero de 2007; “Gus” o “El pelado” como vos lo llamás fue despedido después de 2 años y medio; del local situado en Río de Janeiro 1929 (Lanús Oeste) en donde solía trabajar. El motivo fue según sus empleadores (Silvia Mariana Alcoleas, Roque Joaquín Cabal Y Miguel Ángel Sánchez; estos dos últimos, pertenecientes a la fuerza aérea argentina) el que no tenían pensado pagar una obra social para Gus (que dicho sea de paso, necesitaba con urgencia, ya que desde diciembre padecía cólicos renales que derivaron en un padecimiento mayor que lo llevó a sufrir dolores óseo articulares, musculares y nerviosos por el tiempo de un año y medio y que al día de hoy sigue tratando). Imaginen la sorpresa de Gus al escuchar que era despedido por estar padeciendo una enfermedad; pero esto no quedó ahí; cuando reclamó su legitimo derecho a una indemnización, le dijeron que “no le correspondía nada porque estaba en negro y que iban a negar toda relación laboral ya que no constaba ningún registro de su paso por este lugar”. Obteniendo tal maltrato y respuesta, se dirigió a la justicia para reclamar sus derechos laborales y al considerar el que era victima de discriminación también se dirigió al INADI. Hace tres dos semanas después de que estos personajes recibieran la demanda laboral; Gustavo fue abordado por dos tipos armados que lo redujeron a punta de pistola y le sugirieron “que se dejara joder con los reclamos porque si no iba a terminar como López”; dejando en claro de que sepa están hechos estos delincuentes disfrazados de almaceneros. Delincuentes primero por defraudar al fisco no realizando ningún aporte provisional ni social por ninguno de sus empleados, segundo; por despedir aun empleado no asistirlo humanamente negándole una obra social y no intentar ni siquiera abonar su indemnización; y por último; por moverse en forma rastrera entre las sombras tratando de amedrentar (a un trabajador que reclama sus derechos) a través del miedo y la violencia. Pero ese poder se termina en vos; ustedes pueden vencer la impunidad de estos bandoleros que intentan lucrar con la necesidad ajena. Gustavo es una persona real, un trabajador como vos o como yo reclamando sus derechos; no permitan que lo desaparezcan... Ariel Alejandro Prath, con todo cariño para mi amigo Gus Ghaia, que se difunda...
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