No dejes que ninguna voz sólo la tuya te hable desde las profundidades. No dejes que ninguna influencia solo la tuya te despierte en tiempo de paz y en tiempo de guerra. Escúchalo todo, pero presta atención a aquello que te concierne. Tu fidelidad debe ser a tu Dios, luego a tu familia, y a tu tierra. No dejes que nadie venga a incular ninguna doctrina del mal para su propia conveniencia. No hay humanidad sin que antes empieces contigo mismo. "La Caridad empieza en el hogar". Primero, sé verdadero hacia ti mismo, y "así no podrás ser falso hacia otro".
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